HOMENAJE

POR EL

CENTENARIO

DE SU

NACIMIENTO.

                                         BIENVENIDOS

VIDA Y OBRA DE DON

REYNALDO GUSTAVO MOYA ESPINOZA

Estimados amigos, estimados familiares

Hoy quiero expresar mi profunda satisfacción a una persona que no solo significa respeto y admiración para sus familiares, amigos y conocidos; estos sentimientos involucran a toda la comunidad de la Región y especialmente a los sullaneros. Se trata del ilustre ciudadano, natural de Paita, don Reynaldo Gustavo Moya Espinoza.  El pasado 17 de setiembre se conmeró los 100 años de su natalicio, y estuvo con nosotros hasta los 92 años de vida,  falleciendo el 8 de octubre de 2012. Toda su vida fue un ejemplo de civismo, constancia, templanza y amor por el prójimo, así como por la patria chica, Sullana, ciudad a la cual conoció desde  su muy tierna infancia en 1923 cuando su padre, el normalista Gustavo Moya Jiménez fue nombrado Director de la escuela estatal  de varones No 1031, hoy José Cardó.

Cuando leemos su currículo personal y cultural así como su biografía vemos la calidad de ser humano que fue, se dio tiempo para muchas cosas y en todos los asuntos en que intervino, dejó su huella de éxito, de sacrificio, de honestidad y el espíritu de servicio a la comunidad. Durante toda su etapa escolar ocupó  siempre el 1er lugar en su clase. Cuando postuló a la universidad, logró ingresar en dos facultades, Letras y Contabilidad, eligió estudiar la segunda, la cual   termina  en 3 años llevando 17 cursos por año, además culminados dichos estudios en la misma universidad de Trujillo, realiza estudios completos de Doctorado en Ciencias Comerciales. Durante su permanencia en Trujillo se enrola para hacer su servicio  militar obligatorio y después de un tiempo, es licenciado con el grado de Subteniente de Reserva  del Ejército Peruano, no solo por su desempeño académico sino también por comandar con éxito  un pelotón de subalternos. Motivos familiares en 1945  lo traen de regreso a Sullana. Ciudad en la cual fija su residencia y nunca más se alejó de ella, tan solo para asuntos propios de la actividad que estaba desempeñando en ese momento.

En Sullana contrae matrimonio con la dama sullanera Julia Alicia Estrada Távara, en febrero de 1948 y fruto de su amor tuvieron  a sus hijos: Gustavo, Ana Consuelo (+), María Alicia, María Lucía Patricia y Virginia María Luisa.

Durante su permanencia en Sullana  como profesional, educador, periodista  e historiador ha desarrollado una vasta actividad en beneficio de la colectividad local y regional, motivo por el cual su familia, hijos naturales y políticos, sobrinos, nietos, bisnietos así como demás familiares en honor a su memoria el próximo 8 de octubre, fecha en que se cumplen 8 años de su partida, lanzará a  la opinión pública en general  un resumen  de todo lo acontecido  en su vida en un documento denominado: “VIDA Y OBRA DE REYNALDO GUSTAVO MOYA ESPINOZA” , el cual lo podrán leer en el  blog creado para honrar su memoria reynaldomoyahistoriador.org 

La publicación de su obra, una a una se publicará en este  blog  de manera paulatina, en la medida que se vayan recopilando sus escritos desde sus archivos, tanto manuales como digitales. Algunas obras  ya han sido  publicadas por el autor y circulan en diferentes blogs actualmente en la web, pero algunas no pueden ser leídas por problemas con el buscador y  porque otras personas particulares solicitan un pago previo. La familia desea tener  toda su obra   junta en su propio blog: reynaldoespinozahistoriador.org,  los libros publicados y los que aún son inéditos, como también  los diferentes ensayos cortos que ha dejado escritos el historiador sobre hechos históricos de la región. Algunos de sus libros podrán ser leídos y/o consultados a continuación e inmediatamente el mismo día 8 de octubre en que se lanzará el blog.. Toda su obra será de conocimiento y de uso  universal  gratuito para beneficio de todos, cumpliendo con el deseo y  espíritu de servicio que caracterizaba a  don Reynaldo Moya Espinoza. Algunos ejemplares por ser originales y no haber contado con la revisión del editor tendrán posiblemente algunas inadvertencias gramaticales, por lo que agradeceremos su comprensión. De igual manera  estimado lector, si alguno de usted posee un escrito, ensayo, o investigación alusiva a la obra de Don Reynaldo, que considere pertinente incluirla en esta red, mucho agradeceremos pueda comunicarse con nosotros para proceder a su incorporación. Es entendible que a Don Reynaldo en su proceso de investigación de hechos históricos y luego en el análisis de temporalidad y causalidad de lo sucedido para tener una  comprensión de los mismos, haya podido como ser humano situarse en su presente y quedarse corto en su comprensión de nuestra historia. De allí que sería muy enriquecedor engrandecer su obra, con aportes adicionales que usted pueda disponer. Finalmente, mucho agradeceríamos también podamos contar con su amabilidad de difundir este blog, reenviándolo en las redes sociales a las que pertenece. Creemos que es importante conocer nuestra historia y orígenes, para reforzar nuestra identidad especialmente en esta época tan vertiginosa de cambios.

                                                                                                                                    Eduardo H.  Garcés  Cruz

 

PREFACIO

                            El 8 de octubre de 2012 dejó de existir nuestro amigo Don Reynaldo Gustavo Moya Espinoza, hombre trabajador y disciplinado, preocupado por rescatar la historia piurana y sullanera, admirador y promotor del conocimiento de Miguel Grau Seminario y del beato Juan Pablo II, según testimonio recibido de su querido hijo Gustavo.

                   Sus obras más importantes son: “Breve Historia de Piura”, “Diccionario Biográfico Regional”, “Tiempos Prehispánicos”, “Grau, el Peruano del Milenio”. Fue promotor de cuatro colegios de gran trayectoria y peso para nuestras familias. Fundó y fue director del diario “El Norte” que todavía circula entre nosotros. Si la medida de un hombre es el consejo evangélico que dice: “Un árbol se conoce por sus frutos”, creo que todo lo que hizo y amó don Reynaldo habla y dice qué clase de persona fue. Murió a los 92 años y era natural de Paita.

                   Quiero resaltar dos cosas a propósito de su vida. La primera es comparar cómo se vive y cómo se muere hoy en el Perú y lo segundo, por qué  es valiosa una vida dedicada a rescatar la historia de nuestras ciudades y su gente. Respecto a lo primero, mientras velábamos el cadáver de Don Reynaldo yo pensaba y notaba qué aprecio y cariño a su persona y su familia invadía el local donde estábamos. Cuando hablé con su hijo y escuché el testimonio de uno de sus sobrinos que dijo: “mi tío ha sido un hombre que ha sabido servir, y por eso quiero agradecerle públicamente, porque el que no vive para servir, no sirve para vivir”, frase atribuida al célebre escritor indio Rabindranath Tagore. La Madre Teresa de Calcuta, decía que “el fruto de la fe es el amor y el fruto del amor es el servicio”.  Me parece, pues, que la vida de nuestro amigo fue precisamente eso, servir y estar preocupado por la mejora de la vida sobre todo  cultural y espiritual de Sullana.

                   Comparando su muerte con otras muertes que por desgracia suceden en nuestra ciudad y país, ¿qué distinta manera de vivir y por lo tanto de morir encontramos? vidas a veces muy jóvenes que se pierden o malgastan en cosas vanas y nada útiles. Vidas y muertes que no dan pena sino que nos cuestionan sobre sus causas y sus efectos, entonces nos preguntamos ¿dónde y cómo eran conducidas y qué papel tuvieron los padres de esas personas que con tanta prontitud dejan de existir? Hay tantas muertes inútiles realmente que nada ganamos ni nada perdemos con ellos o ellas.

                   En el velorio de Don Reynaldo se respiraba paz y gratitud, y como me dijo uno de sus hijos: “Estamos orgullosos de haber tenido un padre de esta categoría” y otro familiar con cierto humor me decía “¿Cómo podríamos clonarlo a don Reynaldo para que siga haciendo lo que hizo a favor de todos nosotros”.

                   La segunda pregunta que me hacía era: ¿Para qué sirve la historia? y ¿por qué es importante trabajar en ella? Si a Don Reynaldo le preguntáramos sobre ella, ¿qué nos diría? Quizá habría citado aquel principio latino que dice  que “La historia es la maestra de la vida”. Ella nos enseña a vivir porque nos cuenta la vida de las personas y sus circunstancias. Sus ideales y sus derrotas, sus trabajos y sus sacrificios, sus triunfos y los sueños logrados. También la historia nos hace conocer quiénes hicieron historia y qué nos dejaron como herencia para que cuidemos lo hecho e imitemos su capacidad de construir y mejorar lo recibido. Y dependiendo de nuestras concepciones, en tal o cual sentido, a los hombres y mujeres que tuvieron responsabilidades y cómo las asumieron.

                   La historia la hacen no solo personas sino también las instituciones que de alguna manera van tejiendo eso que llamamos nuestra realidad social, allí están los municipios, las instituciones educativas, las organizaciones gremiales o profesionales, las iglesias,  las empresas de todo tipo. La historia también la hace, la naturaleza por ejemplo, cuando hay aluviones, inundaciones, terremotos o plagas de mosquitos. Finalmente los conflictos también son parte de nuestra historia con sus causas y sus efectos. De todo ello escribe el historiador para que aprendamos de los aciertos y los errores.

                   Eso es lo que hizo nuestro estimado y respetado amigo don Reynaldo más allá de sus limitaciones y defectos. Allí está su obra para que la conozcamos, recibamos y hagamos un punto de partida para seguir investigando. Ojalá que su vida sea una motivación para los jóvenes varones y mujeres de nuestra ciudad, tanto para vivir sirviendo como haciendo historia en todo el sentido de la palabra.

                                                                              CARLOS  FLORES  LIZAMA

 

BIOGRAFIA

            Nació en la ciudad de Paita el 17 de septiembre de 1920, hijo del Normalista piurano Don Gustavo Moya Jiménez y de Doña Consuelo Espinoza Mesones, su padre siendo normalista de profesión  y trabajando para el  Ministerio de Educación  como Director o Inspector de Institutos Educativos de primaria,  fijó residencia en las ciudades de: Sullana, Tumbes, Paita, Ica, Trujillo, Catacaos y Piura; ciudades en las cuales Don Reynaldo Moya  creció y cursó sus estudios primarios, secundarios y universitarios. Fue el segundo  de 6 hermanos: Laura Eugenia, Reynaldo Gustavo, Irma Graciela, Estela Lucrecia, Josefa Consuelo y Gustavo.

          Su padre fue nombrado en 1909 Director del Instituto Escolar N° 11 en la ciudad de Paita cuando tenía 20 años. Don Reynaldo vivió en una casa en el jirón Hermanos Cárcamo, hoy  “Malecón Jorge Chávez”, frente a la Plazuela  Don Miguel Grau  con salida posterior al mar. Ambientes acogedores y frescos  acariciados  por la brisa del mar,  que le permitieron disfrutar alegremente parte de su infancia, jugar entre los vagones del tren, correr por la plataforma de la plazuela y calmar el calor del verano en las aguas del mar que tenía cerca.

          En el año de 1923, su padre fue nombrado Inspector de Educación de la Provincia de Sullana y la familia viajó con él, se establecen en la calle Córdova en una casa  vecina al local  del centro escolar de varones N° 1031, hoy I.E. José Cardó, que funcionaba en lo que hoy es el “Hotel Bolívar”.  En Sullana Don Gustavo Moya Jiménez funda la primera biblioteca escolar. Con las lluvias de 1925 parte de la casa y del centro escolar que daban al río se derrumbaron. Al cabo de 4 años en 1927 Don Gustavo Moya Jiménez es nombrado Inspector de Educación de la provincia de Tumbes y nuevamente la familia viaja con él; al término del año escolar, su padre esta vez fue nombrado Inspector de Educación de la provincia de Ica, el viaje se hace por mar, desde Tumbes al puerto de Pisco, al llegar a su destino el mar estaba embravecido y el barco continuó viaje hasta el puerto de Ilo para luego retornar a Pisco, en total  fueron 15 días de navegación.  Es en la ciudad de Ica que  Don Reynaldo Moya con 6 años de edad  en la Institución Educativa de las hermanas  Arbulú  inicia sus estudios de jardín de infancia. Cuenta él mismo, en muchas de las entrevistas que le han realizado, “Que como mi maestra de jardín estaba de luto, ella no era de mi agrado, haciéndoseme  por tal motivo difícil concentrarme”, por tal razón como  la primera página del libro  había la palabra  “UVA” y  no podía leerla, decidió voltear la página y comenzar a estudiar desde la segunda hoja. En otra entrevista concedida, él narra que había otra palabra que no podía pronunciar, “burro” por tener dificultades de pronunciamiento  con la letra “rr” por lo que su madre, Doña Consuelo le aconsejó que cuando viera la palabra burro dijera “asno”.

          Su padre, consciente de que la enseñanza que recibía su hijo no era la mejor,  decide  darle clases en casa para reforzar su aprendizaje,  así transcurrieron 12  meses y  a Don Gustavo Moya Jiménez  en 1928 lo regresaron  a la ciudad de Tumbes.  En el  Centro Escolar N° 1, Don Reynaldo Moya, hace sus estudios de preparatoria o transición y en 1929 culmina su 1er año de primaria, recibiendo por haber ocupado el 1er lugar, un premio de su madre Doña Consuelo Espinoza Mesones de S/. 5.00 soles, de los cuales la mitad  los envía a la ciudad de Paita a su abuela materna María Luisa Mesones, a la que no conocía. En junio de 1930, cuando cursaba el 2do año de primaria, su padre es nombrado Visitador  de Educación Primaria del departamento de la Libertad y de las provincias de la Costa del departamento de Ancash (Santa, Casma y Huarmey) y  mientras su padre se acomodaba en Trujillo, la familia se quedó en Paita en casa de una hermana de su mamá, Isabel Espinoza Mesones. Allí en Paita Don Reynaldo Moya  logra continuar sus estudios en  un colegio particular, pero al cabo de tres meses por causa de la epidemia de la peste bubónica que azotaba  el puerto, la familia se traslada a la ciudad de Catacaos a casa de un tío. Como su madre estaba enferma, recién la familia pudo viajar al puerto de Salaverry en Trujillo, a finales de octubre; es a causa de estos viajes, traslados y acomodos lo que hizo que Don Reynaldo Moya  perdiera el año escolar.

          En el año de 1931   la familia se  instaló en la ciudad de Trujillo, en los altos del centro escolar de varones N°241, ubicado en una esquina de la Plaza de Armas junto al local de la Prefectura de la Libertad. Dicho local  décadas atrás era conocido  como “Centro Viejo” y recién el 27 de agosto de 1943  mediante la Resolución Suprema No 2307  recibe el nombre de “Pedro Mercedes Ureña”, en reconocimiento a un ilustre Educador  de La Libertad; hoy a ese local histórico, se le  conoce como “La Casa de la Identidad”. Don Reynaldo es matriculado en el Tricentenario Colegio Seminario de San Carlos y San Marcelo de Trujillo teniendo que repetir el 2do año de Primaria. En 1932 su padre es subrogado de su cargo, por supuestos favoritismos y tolerancias con los docentes de tendencia política no afines  al gobierno; pero lo que efectivamente sucedió fue diferente, don Gustavo en una de sus visitas de inspección, a los locales escolares de la zona le indicó a un docente, lo cual originó un fuerte altercado, que debería cambiar la foto de un líder político de oposición al Gobierno que estaba colgada en el aula, por una foto del Presidente de la Republica, tal como estaba dispuesto en esa época .  El presidente  Luis  M. Sánchez Cerro gobernaba el Perú desde 1920.  Don Gustavo viaja a  Lima  a levantar los cargos y  hablar con el Presidente; habían sido condiscípulos en el Colegio San Miguel de Piura, la entrevista fue borrascosa le comentó su padre una vez,  El Presidente Sánchez Cerro al recibirlo en Palacio le increpa su repentina visita y le dice ” has venido a darme las gracias seguramente ”, Don Gustavo le responde “Yo no tengo que agradecerte nada, porque no me has dado nada, Yo estoy aquí para exigirte que me devuelvan mi puesto en el Magisterio”. Don Gustavo fue cambiado a la Ciudad de Piura como Comisionado Escolar de la provincia de Piura, pues los cargos de  Visitador y de Inspector se habían suprimido. Don Gustavo dispuso que la familia se prepare para embarcarse en el Puerto de Salaverry  en el vapor “Mantaro “que partiría rumbo a  Paita  el día  7 de julio. Días antes Don Reynaldo se había fracturado el brazo derecho. Justo en la madrugada del 7 de julio estalló un gran movimiento de insurgencia popular animado por el Partido Aprista Peruano, las ideas anarquistas y sindicalistas revolucionarias irrumpieron en la ciudad de Trujillo, esa madrugada su padre aún se encontraba  en la ciudad de Lima. Una gran balacera  entre ambos  bandos, Apristas y Sánchez Cerristas se desató en plena Plaza de Armas de la ciudad. Cuenta Don Reynaldo que  junto con sus hermanos y su  madre, se refugiaron en una esquina de la casa, siendo  testigos cómo las balas entraban y salían por las ventanas. Ayudados por un  gran amigo de su padre,  la familia logra ocultarse en el sótano de la casa de un alto dirigente Aprista, permaneciendo 4 días ocultos en el sótano esperando la llegada de Don Gustavo Moya y alimentándose tan solo con  pan duro,  té y huevos sancochados; hasta que una noche, a altas horas de la madrugada son llevados agazapados en el interior de un vehículo hasta el Puerto de Salaverry y  enrumbaron en una embarcación pesquera hacia el Puerto de Paita, al cual llegan después de una travesía de 9 días  , llegando a Paita el 20 de julio . Como la epidemia de peste bubónica continuaba azotando el Puerto de Paita; para tomar distancia por precaución sanitaria la familia viaja a la ciudad de  Catacaos y con el propósito  de no perder el año escolar  es  matriculado en una escuela muy humilde, en la cual él era el único que usaba zapatos  e incluso  era el único alumno de 3ro. de Primaria; ese mismo año justo en el día de su cumpleaños , 17 de setiembre , la familia se muda a la ciudad de Piura y logra culminar sus estudios de 3ro y 4to de primaria en el centro escolar N° 21. El 5to año de primaria  (1934) y todos sus estudios de secundaria (1935-1939) los realiza en el Colegio Salesianos.

           En 1937 su padre fue cambiado a la ciudad de Sullana, siempre como Comisionado;  en 1942 no le permiten  postular por la edad, a un mayor cargo jerárquico y le permitieron quedarse en Sullana como Director del centro escolar No 1031, es decir vuelve a ocupar el mismo rango con el cual se había iniciado hace 33 años. Como Director del centro escolar No 1031 personalmente supervisa la  construcción del nuevo  local para la escuela, hoy José Cardó, en la Av. José de Lama. La cual para su tiempo,  fue el local escolar más moderno del departamento siendo inaugurado el 28 de julio de 1942.  En algunas aulas del  2do piso del plantel  se acondicionó la residencia de la familia y permaneció en el cargo hasta el mismo día de su fallecimiento en la ciudad de Catacaos. El día 27 de julio con la salud quebrantada  despide a la delegación del plantel para el desfile Cívico-Militar  por Fiestas Patrias; el médico que lo asistía esa mañana diagnostica a las 11 am que su corazón estaba fallando y de urgencia lo traslada a  la ciudad de Piura para internarlo en el Hospital Belén y al no encontrar cama disponible y siendo citado  para el día siguiente, viaja a  Catacaos a casa de un familiar  , su enfermedad se agrava y ya no pudo ser movido de la ciudad de Catacaos , falleciendo en la madrugada del día 17 de agosto de 1947 . La comunidad de Sullana se entera de su deceso al siguiente día  al ver el Pabellón Nacional a media asta en el  C.E. No 1031. Sus restos son velados en el Auditorio del plantel y luego sepultados en el cementerio San José de Sullana, junto al de  su esposa, como había sido su deseo.

Don Reynaldo Moya Espinoza como había sido un alumno sobresaliente, ocupando  siempre el 1er lugar, en cada año de sus estudios, al terminar en 1939 el 5to año de  secundaria  quiso continuar  estudios universitarios inmediatamente, pero la situación económica de su padre no pudo satisfacer su anhelo de  estudiar en la ciudad de Trujillo, lugar en la cual quedaba la universidad más cerca de Piura en ese entonces.  La Universidad de la Libertad, fundada el 10 de mayo de 1824 como la Casa Simón Bolívar y conocida desde 1831  durante 45 años hasta 1876 como  la Universidad de Santo Tomás y Santa Rosa,  posteriormente su nombre fue cambiado y pasó a llamarse Universidad de La Libertad. Con la Reforma Educativa de 1940  la casa de estudios pasó a tener el nombre actual con el que todos la conocemos, Universidad Nacional de Trujillo.

           En 1940 Don Reynaldo Moya Espinoza consciente de la situación económica de la familia, decidió buscar trabajo para financiar sus estudios,  situación laboral que no era desconocida para  él  por los  trabajos vacacionales que había realizado anteriormente: de enero a marzo de 1938 , con tan solo 17 años de edad, trabajó en el Servicio de Intendencia de la Comandancia General del Ejército de Sullana ubicada en la calle Lima, se le confió la clave secreta para descifrar los telegramas que llegaban codificados desde Lima, en 1939  ya con 18 años de edad,  de enero a marzo conjuntamente con otros compañeros de estudios de los Salesianos laboró como empleado de campo en una  hacienda . A comienzo del año de  1940 en su búsqueda de trabajo, se entera que la Caja de Depósitos y Consignaciones de la ciudad de Piura, hoy Banco de la Nación, necesitaba un empleado; con la experiencia laboral pasada adquirida y el ímpetu como todo joven deseoso por salir adelante, decide postular al puesto ofrecido. La noche anterior por unos amigos se entera que a la entrevista la mayoría de los postulantes se presentaban portando consigo  cartas de recomendación. Es así que con libretas de notas en mano, cuando le tocó su turno le dice al entrevistador: “Estas son la únicas cartas de recomendación que yo tengo” y le entrega sus libretas de notas, pasaron unos minutos y  como el entrevistador se demoraba en responder, seguramente leyendo las libretas y elucubrando su mejor decisión para elegir al candidato seleccionado ,  Don Reynaldo Moya pensando que no iba a ser elegido, se pone de pie y comienza a retirarse, entonces escucha la voz del entrevistador decir:  “Joven,  ¿A dónde  va?,  usted ha conseguido el puesto”.  Ingresa a trabajar en la Sección  de Impuestos y dos meses más tarde es ascendido para llevar control  de las ventas y  existencias de las especies valoradas de todas las oficinas  del departamento de Piura. Es de esta manera que al cabo de  12 meses de trabajo y con mucho esfuerzo,  consigue tener los suficientes ahorros  para poder viajar a la ciudad de Trujillo y postular a la universidad. Logra ingresar tanto a la Facultad de Letras como a la de Economía, pero  como los horarios se anteponían,  se decide por estudiar  la carrera de Contabilidad a pesar que en la Facultad de Letras había logrado el primer puesto  entre los postulantes.  A “marcha” forzada comienza los estudios de Contabilidad tomando 17 cursos por año y culmina la carrera en tan solo 3 años (1941-1943). Durante  su estadía en la ciudad de Trujillo (1941-1945), para sufragar sus gastos de manutención y de estudios, trabajaba como auxiliar de contabilidad en estudios prestigiosos de la ciudad.

            Estando en Sullana de vacaciones universitarias,  Don Reynaldo  Moya cada año trabajaba en la Oficina de Límites ubicada  en Bellavista, trabajos vacacionales  que le ayudaban en parte a costear sus  gastos en la ciudad de Trujillo. Al terminar la carrera de Contabilidad, en la misma Universidad de Trujillo, hace los estudios completos Doctorales en Ciencias Económicas Comerciales (1944-1945).  Con el deseo de aprender y participar en asuntos universitarios,  mediante examen, ingresó al Club de Matemáticas “Sigma, Delta, Phi” de la Universidad y por años formó parte del grupo que editó el anuario “Alma Mater”.  Por dos años fue Secretario General de la Federación de Ciencias Comerciales y  por  otros dos años Secretario de Economía de la Federación de Estudiantes Universitarios de Trujillo.

           Otro  hecho de vida que explica la conducta y personalidad de Don Reynaldo Moya es  el gran sentimiento de civismo que tenía, es que cuando ingresó  en 1941 a la Universidad,  también  se inscribió como voluntario en el  curso de Instrucción Pre Militar y  por tal razón en febrero de 1944, recibe el Diploma que lo reconoce como Subteniente de Infantería  de la Reserva del Ejército Peruano, luego de destacar tanto en la parte académica como en la práctica de ejercicios militares comandando un pelotón de infantes. Diploma firmado por el Ministro de Guerra, Gral. EP César de la Fuente y por el Presidente del Perú Don Manuel Prado Ugarteche. Es en esta época universitaria en la cual conoce a dos de sus más entrañables amigos, Gustavo Otero Talledo, natural de Sullana, que estudiaba junto con  él Contabilidad y a Parcemón Morales Ojeda, natural de Talara,  que estudiaba Medicina, que por curiosidades de la vida años más tarde terminaron emparentados los tres amigos, él se casó con Doña Alicia Estrada Távara y sus amigos se casaron con dos primas de su esposa, Gustavo Otero con Leonila Zapata Távara y Parcemón Morales con Nora Zapata Távara.

            Retorna a Sullana a finales de 1945 e ingresa a trabajar en La  Empresa “Duncan Fox Co. Ltda.” una de las primeras empresas del capitalismo británico que  extendió  sus influencias en América  del Sur, estableciéndose en  Lima en 1872 y al año siguiente abrió sucursales en  las ciudades  de Piura y Sullana para dedicarse a la exportación de algodón, café, cueros de chivo y de res, la empresa contaba con  una oficina en la calle San Martín y pasaje Enrique Palacios. No transcurrió mucho tiempo que por su eficiencia en el trabajo, responsabilidad y manejo de los libros contables, el Administrador, Don Samuel Carrasco, le entrega las llaves de la oficina como reconocimiento a la confianza adquirida. En 1946 trabajando aún  en la “Casa Duncan Fox Co. Ltda.”, fue Secretario de Economía de la Unión Sindical de Sullana, organismo sindical que representaba a todos los empleados de la actividad privada de la provincia. En 1946 no solo trabajaba en la empresa “Duncan Fox”  sino que también dictaba clases de matemáticas en el Colegio Particular Santa Úrsula de las Madres de la Congregación Ursulina, en reemplazo del profesor titular que había viajado a la ciudad de Lima por enfermedad, en dicho plantel  su futura novia y luego esposa, Julia Alicia  Estrada Távara, era profesora y cuenta que las monjas veían con mucho  agrado esa relación y a la hora del almuerzo los sentaban juntos.

          A inicios de agosto de 1946 viaja a la ciudad de Trujillo para sustentar su tesis de grado, logrando titularse como Contador Público el 12 de agosto de  ese año. En una oportunidad en tertulias de familia , Don Reynaldo cuenta que el día de su graduación surgieron tres hechos : Muy temprano recibió un telegrama remitido desde Piura por su padre, opta por no abrirlo , lo pone encima de su velador para  leerlo más tarde  y poder mantener así la  adrenalina controlada  para sustentar ante un jurado calificador su Tesis de Grado, el segundo hecho es que uno de sus profesores universitarios de la facultad y dueño del estudio contable donde  había trabajado como auxiliar,  al verlo llegar esa mañana a la Universidad , luego de saludarle y  desearle suerte, le ofrece trabajo  a tiempo completo , el tercer hecho ocurre cuando después de sustentar su tesis con mucho  éxito  regresa por la tarde  a su pensión y decide abrir el telegrama recibido; las noticias no fueron las mejores, le comunicaban que debería retornar a Sullana  de manera urgente  porque la salud de su madre había desmejorado y se encontraba muy delicada, Doña Consuelo Espinoza Mesones fallece en Sullana 5 meses después el 21 de enero de 1947. Ese mismo año, 7 meses después  del fallecimiento de su madre fallece su padre Don Gustavo Moya Jiménez el 17 de agosto. En memoria de sus padres  guarda luto riguroso por dos años y luego empieza a  vestir de blanco, vestimenta con la cual continuó el resto de su vida.

          Don Reynaldo Moya Espinoza cuando era estudiante de secundaria en el Colegio Salesianos de Piura, entabló amistad con la dama sullanera Julia Alicia Estrada Távara, que en los años de 1930,   cursaba estudios de secundaria en el Colegio Nuestra Señora de Lourdes  de la misma ciudad ; Doña Julia Alicia Estrada Távara estuvo un tiempo de pensión en casa de Don Gustavo Moya Jiménez en Piura , hecho que facilitó conocerse y entablar una muy buena  relación  de amistad, la cual continuó acentuándose incluso en los periodos vacacionales cuando ellos retornaban a Sullana (1937-1939), ciudad en la que vivían los padres de ambos, su relación de amistad y luego de amor  puro y verdadero  perduró por casi 70 años resistiendo todas las adversidades que se presentaron  en la vida, como por ejemplo  el alejamiento de él a cursar sus estudios universitarios a la ciudad de Trujillo, como ya habíamos mencionado antes.

           En  1946 renuncia al puesto en la  “Duncan Fox Co. Ltda.” e ingresa al Colegio Particular “Santa Úrsula”, de manera permanente al  atender el llamado de las Madres de la Congregación Ursulina. Enseña Matemáticas y se convierte en el docente mejor pagado del departamento. Cuando el Colegio es traspasado a las Hermanas Carmelitas, continuó con ellas hasta  1950. En mayo de  ese año, llega a Sullana el Dr. Benjamín Corvacho, nombrado Director para abrir y organizar al recientemente creado   Colegio Nacional, que  años más tarde se llamaría Carlos Augusto Salaverry.  El Dr. Corvacho contacta al Sr. Félix Miranda Severino y después a Don Reynaldo Moya  quienes prestaron eficaz colaboración en la organización y fundación del Colegio Nacional y constituyeron la 1ra plana administrativa y docente. En una acción cívica eficaz y luchando contra el tiempo, logran  que en  julio el plantel  inicie clases en el local de la Confederación Obrera Alfonso Ugarte. El día fijado fue el 14 de julio para iniciar las clases, pero había sido una imprudencia, pues no tenían nada preparado. Llegaron los alumnos muy temprano y se paseaban por los ambientes de la Confederación Obrera, entonces el Dr. Corvacho le dice al Sr. Moya, “ Sr. Moya qué hacemos con los alumnos, los regresamos a su casa?”  Don Reynaldo Moya le responde “No, porque esta es una ilusión de muchos años y que comiencen el primer día regresándolos no es conveniente, yo me encargo” Don Reynaldo Moya Espinoza dictó ese día la primera y única clase  durante dos horas, sobre matemáticas. A partir de entonces y durante más de 35 años seguiría sirviendo en este plantel como Profesor y luego Director.

         En febrero de 1948 contrajo enlace matrimonial con la Profesora  Julia Alicia Estrada Távara, con la que tuvo a sus hijos,  Gustavo Fernando, Ana Consuelo “CONCHI”, María Alicia “BECHA”, María Lucia Patricia “PATTY” y Virginia María Luisa “VICKY”. El 18 de diciembre de 1976, fallece su hija “CONCHI” causándole tremendo impacto del que tardó mucho en reponerse. Otra vez durante dos años viste riguroso luto y luego vuelve a vestir de blanco.

            En 1950, de enero a julio fue Jefe del Registro Electoral de la Provincia de Sullana. En el distrito  de Sullana se abrieron 02 oficinas empadronadoras y expedidoras de nuevas libretas electorales  y 01 oficina en cada  uno de los distritos que conformaban la provincia: Querecotillo Salitral y Lancones. En julio de ese mismo año, Don Reynaldo Moya viaja a la ciudad de Lima para presentar su Informe y el balance económico de la gestión ante la Oficina Nacional de Registro Electoral, llevaba consigo como saldo de la gestión económica, un cheque por  S/.10,000.00 Soles. El Jefe del Registro, al recibir el informe, le expresó que él era el único Registrador Provincial que había hecho ahorros, pues todos los demás Registradores Provinciales presentaban balances con mayores gastos reclamando reintegros. Al examinar el balance  el mismo Jefe Nacional, consideró que el sueldo que se había puesto Don Reynaldo Moya era muy bajo y que tampoco había consignado arriendos de alquileres  por el local de  la oficina principal, de tal modo que luego  de hacerle modificar el balance, le  reintegró el saldo con otro cheque a su nombre por S/.10,000.00 Soles. Con el dinero que trajo de Lima, en setiembre de 1950, compra con su amigo Félix Miranda, el diario “Acción” a Don Ricardo  García Figallo, Un diario que había sido muy importante destinado simplemente a la política parlamentaria de esa época  y que solo tenía un tiraje de 500 ejemplares. Concuerda con su socio que el diario que iban a fundar se llamaría “El Norte”, tanto por razones geográficas como porque el nuevo diario  sería el norte del pensamiento sullanero. Tras  adquirir nuevas máquinas su primer número apareció el lunes 2 de octubre con 3,000 ejemplares.  Por ese entonces aún no se había establecido al 1 de octubre como Día del Periodismo, en 1950 tal fecha cayó domingo. Durante 18 años fue Director y Editorialista y por intermedio de sus páginas defendió los intereses de Sullana luchando desde su trinchera por el funcionamiento de un hospital, agua potable y alcantarillado, energía eléctrica, la carretera a Paita, defensa del parque industrial de Sullana, creación de la Feria de Reyes, defensa de las aguas del Río Chira con un  proyecto de represamiento de las aguas para aprovechar en tiempos de sequía o incrementar las áreas agrícolas de todo el valle.

         Cuando apareció el diario “El Norte” en 1950, el mundo vivía la posguerra y una nueva Revolución Industrial, porque la industria de guerra, se transformó en industria para fines pacíficos. Sullana, que había sido un importante centro industrial, no pudo ponerse al ritmo de la época, su parque industrial ya era obsoleto,  pura chatarra. Vino pues una etapa de decaimiento para Sullana, que afectó también al comercio. En la ciudad de Sullana   se realizaba a finales y comienzo de cada año una feria desde hace más de 200 años, era una feria artesanal denominada Feria de Reyes porque tenía como día central el 6 de enero, día de los Reyes Magos. Se daban cita comerciantes peruanos, ecuatorianos , colombianos y toda suerte de mercachifles venidos de diferentes lugares, que retenidos por las crecidas  del Río Chira, aprovechaban su estancia para realizar intercambio comercial con los lugareños quienes se beneficiaban de esta oportunidad  para ofrecer servicios de   hospedaje , alimentación y  venta de productos agrícolas  del valle. Pasaron los años y la feria cada vez fue  creciendo al igual que la población de Sullana, al punto que la Feria se transformó en una verdadera fiesta popular,  en la cual se mezclaban  las festividades  religiosas como La llegada de los Reyes Magos, el  Homenaje al Señor de La Agonía,  Exposiciones Culturales  y  una gran Actividad Comercial.

         Para incentivar la actividad comercial,  Don Reynaldo Moya pensó que lo mejor  era convertir a la tradicional fiesta de Reyes en una Feria Moderna de carácter internacional,  e inició en el diario “El Norte”  una intensa campaña en tal sentido. Elaboró un Plan de Feria que  establecía que los comerciantes extranjeros que hicieran ventas en la Feria, debían hacer compras en Sullana por el valor equivalente. También  él se encargó de elaborar la programación para lo que podía ser la Primera Feria. 

El proyecto  consideraba los siguientes eventos:

  • Exposición de tipo comercial e
  • Desfiles de Modas y Trajes Regionales.
  • Exhibición de Ornamentos Litúrgicos.
  • Exposición de Armas de Caza.
  • Peleas de Gallos.
  • Concurso de Viandas.
  • Concurso de Cumananas y de Bailes Típicos.
  • Cabalgata de los Reyes Magos.
  • Desfile de Carros Alegóricos con Asuntos Bíblicos.

Y para no quitarle el sentido Religioso una Peregrinación a Sullana

  • Del Señor Cautivo de Ayabaca.
  • La Virgen de Mercedes de Paita.
  • Señor de Chocán de Querecotillo.

            Pensaba hacer converger hacia la ciudad de Sullana grandes multitudes  de visitantes de ciudades de  todo el norte del Perú y ciudades fronterizas. Su proyecto buscaba reactivar el comercio y que  la ciudad por entero participara de la feria. El Desfile de los Reyes Magos, mereció una programación aparte. Debía ser gigantesco, con pastorcitos que cantaran y bailaran, con Reyes Magos precedidos por los Heraldos del Regimiento de Caballería RC7 de Sullana y al final en el atrio de la Iglesia un Nacimiento vivo y una escenificación de la adoración de Reyes Magos y Pastores.  Un proyecto fabuloso que al ser presentada la moción el 21 de octubre de 1954, por el Sr. Félix Miranda Regidor del Municipio,  pidiendo la creación de la ”Feria Internacional  de Reyes de Sullana”, fue acordada por unanimidad. Era Alcalde de Sullana el Ing. Natale Amprimo. La primera Feria se realizó en enero de 1955 en la Plaza de Armas,  Don Reynaldo Moya, preparó con tinta china, un modelo de afiche, el mismo que fue utilizado en los cincos primeros años de la feria.

           Otro hecho es en la cual tiene incidencia la participación de Don Reynaldo Moya  data de  cuando en 1950 el diario “El Norte” empezó a circular, Sullana tenía muchos problemas, pero los prioritarios eran: El agua y El desagüe, La energía eléctrica y La carencia de un  Hospital.  Sullana era todavía una ciudad pequeña. Incluyendo Bellavista, que por entonces era solo un barrio, la población de la ciudad apenas llegada a los 38.000 habitantes. Por esa época la empresa Caminnatti abastecía de agua a la ciudad. Tenía una pequeña planta de captación y sedimento, llamada “La Bomba”, ubicada  entre el Río Chira y el Malecón a espaldas de la 2da cuadra de la calle Córdova, no  tenía planta de tratamiento y en época de las grandes venidas del Río Chira,  el agua llegaba lodosa a las viviendas; en Sullana no habían desagües,  las viviendas tenían corrales y en ellas se construían letrinas, o pozos sépticos, algunas casas tenían canaletas que daban a las calles y por allí salían las aguas negras. A través de “El Norte” y en coordinación con el diputado Ricardo García Figallo, Don Reynaldo Moya hizo una intensa campaña para lograr el servicio de agua potable y alcantarillado, que la ciudad de Piura ya tenía desde 1938. Por fin, en 1955 se colocaron en la ciudad de Sullana las Redes de agua y desagüe, y al norte de la población se construyó la Planta de Tratamiento. Los técnicos dijeron  en 1956 cuando empezó a funcionar la Planta, que tenía capacidad para sostener la demanda de servicio ante el aumento de población por 20 años. En el año 1956 la población de la ciudad de Sullana, incluyendo Bellavista era ya  de 42.000 habitantes, estimaron que en 1976 la población sería de 60,000 habitantes. Pues  se  equivocaron. La planta quedó chica y volvieron los pedidos y las gestiones. En 1965 el Gobierno peruano contrató al consorcio francés SEURECCA para la ejecución de estudios integrales de saneamiento para varias ciudades por lo que  Don Reynaldo  Moya pidió al diputado Ramón Abásolo, gestionar la inclusión de Sullana. Así se hizo y la planta fue ampliada. En octubre del mismo año el ingeniero Renato Rossi  jefe de la Colonización San Lorenzo, planteó ante la Junta Cívica, la posibilidad de tomar agua del sistema de irrigación San Lorenzo, para abastecer la demanda de  Sullana. Años más tarde la planta de tratamiento de agua potable de Sullana  capta agua del sistema de Irrigación  de la Represa de Poechos

          En Sullana el concesionario del servicio de alumbrado público y privado lo tenía la empresa eléctrica de propiedad de Don Guillermo Leigh, que tenía una planta generadora en la  cuadra 7 de la calle Grau. Se daba servicio solo al centro de la ciudad, entre la 6.30 p.m. y las 5:30 a.m. El voltaje era bajísimo. Cuando empezó a funcionar el servicio de agua y desagüe en 1956, su planta generadora dio alumbrado a otras calles de la ciudad.  Desde  1950 en forma paralela a  la lucha por la solución del problema de agua y alcantarillado para Sullana, Don Reynaldo Moya, desde la tribuna que le proporcionaba el diario “El Norte”,  planteó la construcción de una planta eléctrica por parte del Gobierno Nacional y se coordinó con el entonces diputado Ricardo García Figallo; éste tomó contacto con el Ministerio de Fomento, donde se le manifestó que no era viable la construcción de una planta generadora en Sullana, y que en el futuro se vería la posibilidad de tender una red de alta tensión para llevar energía de Piura a Sullana.  Y no  fue sino  hasta   enero de 1964 cuando asumió la Alcaldía el Dr. Gustavo Moya Espinoza, que se logra que la compañía COSEINSA tendiera la red de alta tensión. En diciembre de 1965 Sullana tuvo energía eléctrica pública y también domiciliaria día y noche, con buen voltaje que permitía el uso de electrodomésticos.

         Transcurrió un quinquenio desde la fundación del diario “El Norte” y a  principios de 1956 solicitó al diputado Ricardo García Figallo, de quien era muy amigo, iniciara gestiones para la creación en Sullana de un Colegio Nacional para Mujeres. Para eso se desdoblaba  el Colegio Nacional existente desde hace una década, el cual era un colegio mixto y cuyo Director Dr. Artemio Moscol Urbina estaba de acuerdo en separar la sección femenina. Las autoridades del Ministerio de Educación, ponían como condición previa, tener un  local apropiado y una matrícula de no menos de 50 alumnas en 1ro. de secundaria. En ese año el colegio particular  López Albújar, funcionaba en un local arrendado, en la calle Sucre, contiguo a la Clínica Zapata, a pesar que tenía ya  local propio  construido y terminado en la calle Leoncio Prado, pero  no tenían planes de traslado. Don Reynaldo Moya conversó con el Señor Terrones, Director del plantel, el cual ofreció desocupar de inmediato el local, siempre que el Ministerio de Educación  le concediera autorización; el asunto  inmediatamente se puso en conocimiento del diputado Ricardo García Figallo y se logró la autorización. El Colegio López Albújar desocupa el local, que era de propiedad del Dr. Benjamín Zapata, quien aceptó el traspaso de arrendamiento del local, no aumentar la merced conductiva y dar un mes de gracia.  En el diario “El Norte” se abrió la matrícula e inscripción para alumnas del 1er año de secundaria lográndose la inscripción debidamente documentada de 120 alumnas, se buscó la cooperación de varios colegios y se obtuvo la donación  del mobiliario indispensable. El diputado por Piura Ricardo García Figallo, natural de Sullana,  logró que se diera la R. M. N° 2516 del 6 de marzo de 1956 creando el Colegio Nacional de Mujeres; se nombra como  Directora a la Profesora Raquel Barreto de Piura, la cual al visitar el local dijo que no era aparente y que no podía allí funcionar el Colegio, amenazando que informaría  al Ministerio. De inmediato, Don Reynaldo Moya,  Don Félix Miranda y Don Francisco Vera, hablaron telefónicamente con el diputado Ricardo García Figallo quien cursó un severo telegrama a la Srta. Barreto, que decía: “Acepte, o renuncie”.  Ella aceptó y el Colegio Nacional de mujeres hoy llamado “Las Capullanas” estuvo  funcionando por 10 años en ese lugar.

          Después de lograr con gran éxito la creación del Colegio Nacional de Mujeres “Las Capullanas”, a finales de ese mismo año, 1956;  con pleno conocimiento que en 1957 se crearían en todo el país las GRANDES UNIDADES ESCOLARES  y  utilizando como siempre  la pluma desde la trinchera del diario “El Norte” en su calidad de Director y Editorialista, conjuntamente con su socio Félix Miranda, Sub Director, y otros connotados ciudadanos de Sullana, inicia una  campaña para la creación de una Gran Unidad Escolar en Sullana, para lo cual se contaba con el acuerdo del Director del Colegio Nacional, Dr. Artemio Moscol Urbina. En abril de 1955 el Colegio  Nacional que se había iniciado en el local de la Confederación Obrera Alfonso Ugarte en 1946 y luego ocupar  los ambientes de las Oficinas de Demarcación de Límites,  en Bellavista,   pasó a ocupar el local que aparece en la fotografía, en la zona del Barrio Buenos Aires (antes llamado Barrio del Gimnasio).  En 1957 los diputados por el departamento de Piura, Ricardo García  Figallo y Marco Antonio Garrido Malo, naturales de Sullana y Absalón Rázuri, natural de Piura, logran la autorización del Ministerio de Educación para la fundación de La Gran Unidad Escolar. Esta G.U.E La integraban: el Colegio Nacional de Varones, el Instituto Industrial No 33 y el Instituto Comercio No 35, que era  Mixto. El CPC Reynaldo Moya Espinoza, fue nombrado Director del Instituto de Comercio Nº 35, regalando 12 máquinas de escribir reconstruidas para la Sala de Mecanografía. En 1958, se  logra que se desdoble el Instituto de Comercio No 35 y se crea el Instituto Femenino de Comercio Nº 36.  El Dr. Artemio Moscol Urbina, Director de la escuela Nacional de Varones de ese entonces,  preguntó qué nombre  llevaría la Gran Unidad Escolar (GUE); algunos querían que lleve el nombre de un Héroe de la Marina y como se generó un total desacuerdo el Dr. Moscol sacó a concurso el nombre. Para ello se desarrolló una gran difusión  ya que  se tenía que sustentar por qué debería llevar ese nombre la Gran Unidad.  Se realizó el concurso y  el trabajo ganador fue el del  Abogado Gustavo Moya Espinoza, que años posteriores sería Alcalde de la Provincia de Sullana (1964) con el proyecto de nombre “Carlos Augusto Salaverry” en mención al poeta romántico más grande de Latinoamérica nacido en Sullana.

          La prioridad de Sullana de contar con un hospital se hace realidad,  en la década de  1950, Sullana solo disponía de 3 centros de atención médica: un Centro Materno Infantil, una Asistencia Pública y la Clínica Particular Zapata. Cuando en 1956 salió elegido diputado el Dr. Marco Antonio Garrido Malo (período 1956-1962) conversó con Don Reynaldo Moya y Félix Miranda para que  desde el diario “El Norte”  se apoyara el proyecto que iba presentar para construir un hospital para Sullana. Así fue y muy pronto relativamente, se logra que se iniciaran las obras que marcharon muy  lentas y recién en 1960 las terminó la firma Vivanco Bravo. Se tuvo que esperar dos años más, para que con un convenio Peruano-Alemán, lo equiparan y empezara a funcionar (Por el Convenio con el Grupo Alemán Hospitalario, se equiparon 12 hospitales en el Perú).

            Don Reynaldo Moya Espinoza además de fundar el diario “EL Norte” en la ciudad de Sullana en 1950, conjuntamente con su amigo y socio Don Félix Miranda y el Sr. Absalón Rázuri, pusieron en la ciudad de Piura un tabloide que se llamaba “HECHOS”, como en lo económico el periódico no respondió , lo tuvieron que cerrar y  trasladar a otra ciudad, la intención fue la ciudad de Talara, pero como la International Petroleum Company (IPC), propietaria de todos los inmuebles de la ciudad,  dado los antecedentes del periódico, no les brindo las facilidades necesarias , tuvieron que instalarlo en la ciudad de Negritos.  El hecho más importante del periódico “HECHOS” en su corta vida,  es que iniciaron una campaña periodista solicitando la creación de la Provincia de Talara, con su capital Negritos;   mediante Ley N° 12649 del 16 de marzo de 1956, en el gobierno del Presidente Manuel A. Odría, se crea la Provincia de Talara.

            En Enero de 1960 siendo Don Reynaldo Moya Espinoza, Director del Instituto de Comercio No 35, asume por encargo, la Dirección de la “GUE Carlos Augusto Salaverry”, por cuanto el titular Dr. Manuel Calvo Pérez había viajado de vacaciones a Lima. En febrero de ese año, se recibe del Ministerio de Educación un telegrama urgente enviado por el Director General de Educación Superior Normal, Dr. Vigil Dávila, para que se informe si en Sullana había condiciones para el funcionamiento de una Escuela Superior Normal. Entonces  Don Reynaldo Moya convocó al personal jerárquico (Sres. Virgilio D’Francesh, Teodoro Uriol, Andrés Quevedo y  Félix Miranda) y al Presidente de la Asociación de Padres de Familia Sr. Purizaca Breñas, les hizo conocer la oportunidad única para Sullana, de contar con una Escuela Superior  Normal. Habiendo decidido dar todo el apoyo a  Don Reynaldo Moya,  se informó telegráficamente a Lima, que en la “GUE Carlos Augusto Salaverry” había ambientes y mobiliario disponible para el funcionamiento de la Escuela.  El Dr. Vigil Dávila, encargó al Director Reynaldo Moya, asumir la tarea de la organización de las inscripciones y luego tomar las pruebas de selección. Se recibió de Lima una gran cantidad de formularios y se llegaron a inscribir 125 postulantes, lo que se informó a Lima. El Ministerio dispuso las fechas para tomar las pruebas de ingreso. Fue entonces cuando llegaron de regreso de   Lima, el Dr. Manuel Calvo Director de la GUE y el Ing. Luis Miñano, Director del Instituto Industrial No 33, se mostraron muy contrariados y  decían que había sido  una arbitrariedad de Moya. Días más tarde, el Dr. Calvo decidió cooperar y Don Reynaldo Moya continuó con su trabajo, dispuso que el profesor de Educación Física Alex Hunter tomase la prueba de capacitación física. Cuando  Don Reynaldo Moya y el Profesor Alex Hunter estaban en el Estadio Municipal de Sullana  con los postulantes, hizo su aparición el Dr. Gerardo Antón Vise,  nombrado como Director de la Nueva Escuela Superior Normal de Sullana. El Dr. Antón aprobó todo lo hecho y le pidió que siguieran desarrollando el plan que se había trazado. Vino luego el examen escrito con jurado integrado por: el Dr. Antón, el Dr. Calvo, CPC Reynaldo Moya y el Inspector de Educación. Revisados los exámenes, solo 45 postulantes aprobaron el ingreso, por lo cual el jurado tuvo que bonificar algunos temas duplicando su puntuación; así se pudo lograr que ingresaran  100 alumnos. La Escuela Normal que era Mixta, funcionó durante 4 meses en el local de la GUE y más tarde se trasladó al local de la Plaza Grau que había sido desocupado por el Colegio Santa Úrsula.

         En 1962, el Ministerio de Fomento autorizó la suspensión del servicio ferroviario que unía a las ciudades de  Piura,  Sullana y  Paita. Las vías del tren tenían una extensión de 97 kilómetros y contaba con ocho estaciones: Paita, El Arenal, La Huaca Miraflores, Sojo, Sullana, Piura y  Viviate, Además se detenía en los paraderos de Colán, Macará, Jíbito,  La Capilla y Nomara. El servicio de este ferrocarril era diario. Con el levantamiento del servicio del ferrocarril, los pueblos de la margen izquierda del Río Chira, quedaron aislados. El Ministerio de Fomento tenía planes de una carretera que partiendo de Paita, llegase al Km. 14 de la vía Sullana – Piura. El objetivo era favorecer a la Colonización de San Lorenzo, pues hasta se inició una carretera asfaltada desde el Centro de Servicio Infantil Parkinsonia al mencionado Km. 14, hoy conocida como carretera  a Curumuy. Todo eso se hacía a espaldas de Sullana, y al tomar conocimiento  Don Reynaldo Moya de ese proyecto, inició primero una campaña de oposición y después una demanda de una vía directa Paita-Sullana. Para eso utilizó una vez más  al diario “El Norte” y a la Junta Cívica de Sullana. La Representación Parlamentaria Piurana, recogió  la demanda de la Carretera Sullana-Paita que ya era un clamor de todos los pueblo del Bajo Chira. El Ministerio de Fomento decidió contratar a  la firma SAUTI  para la construcción de la carretera siguiendo la misma  línea  del tren de 61.4 Km.  En marzo de 1971 se firma el contrato para la construcción de la carretera y 10 años después del levantamiento de la línea férrea, en 1972, se logra obtener la vía directa  Sullana-Paita.

         En 1961,  Don Reynaldo Moya inquieto como ningún otro personaje de su época,  es uno de los fundadores del Colegio de Contadores Públicos, en ese tiempo, de Piura y Tumbes. Con Felipe Purizaca Ramos su compañero de estudios en la Universidad de Trujillo convocaron a los CP que ejercían como tales en Piura: René Cárdenas Sánchez, Isabel Flores de Granda, Jacobo Paz, Alfonso González  Morante y Julio Mannucci, para organizar y crear el Colegio de Contadores Públicos, pero como no habían los 10  miembros necesarios para cumplir con los requisitos para el funcionamiento del Colegio,  incorporaron a los Peritos Contables. El primer Decano fue el CPC Felipe Purizaca. El segundo Decano por dos períodos consecutivos fue el CPC Reynaldo Moya Espinoza, períodos de 1965 a 1966 y 1967 a 1968. Se hizo la carnetización de los Contadores previa inscripción, depuración  y acreditación; se redactaron los estatutos y se  acordó descentralizar las reuniones, lo que permitió celebrar reuniones  en las ciudades de  Tumbes, Talara y Sullana. Con la incorporación  de nuevos  Contadores egresados de Trujillo y Lima, el Colegio triplicó el número de sus miembros en poco tiempo.

         En marzo de 1964 antes que comenzaran las clases (abril-diciembre), el Prefecto de Piura convocó a una reunión en la prefectura a los delegados  provinciales que las escuelas y colegios de cada provincia nominaran para su representación. Por Secundaria de Sullana había sido elegido Don Reynaldo  Moya y por Primaria el Sr. Raymundo Quevedo; en el día indicado ellos fueron a la reunión  al despacho de la Prefectura. Allí  Don Reynaldo Moya fue designado, para que en nombre de la Educación del Departamento, hiciera en Palacio de Gobierno, ante el Presidente Arq. Fernando Belaúnde Terry, la exposición sobre los Problemas de Educación en el departamento de Piura.

         El 2 de abril de 1965, se reunieron en el local de la Confederación Obrera Alfonso Ugarte, los representantes de las instituciones de Sullana, para contemplar la solución de los principales problemas de la Provincia, que en esos momentos eran: la construcción de la carretera Sullana – Paita  y la defensa de las aguas del Río Chira, porque los grandes agricultores piuranos deseaban que se hiciera un canal a tajo abierto para llevar aguas del Río Chira hacia el valle de Piura. Se creó entonces una Junta Cívica, de ancha base, que con sentido democrático y de representatividad estuvo formada por 20 miembros. El Presidente de la Junta Cívica fue el dirigente Don  Julio Baca Ríos y el Secretario Don Reynaldo Moya. Difícil fue lograr quórum para la segunda reunión, por cuyo motivo Don Reynaldo Moya planteó la formación de un Comité Ejecutivo dentro de la Junta Cívica. Este Comité quedó conformado por Don Julio Baca como Presidente,  Don Reynaldo Moya como Secretario y como miembros el Ing. Felipe Torres Olave que era Alcalde, el Ing. Martín García Figallo y la señorita Carmela Zapata Mendoza.

         Se le encargó a  Don Reynaldo Moya la preparación de un informe, planteando el problema y la  solución de la defensa de las aguas del Río Chira. En diciembre del mismo año, entregó un informe de 19 páginas al Comité Ejecutivo, que lo aprobó y pasó a la Junta Directiva, la que dispuso la impresión de 200 ejemplares y  se distribuyeran a todos los Ministerios, Parlamentarios de Piura, diarios de Lima y  de otros lugares pero especialmente a los de  Piura, instituciones de Piura y Sullana,  incluso un ejemplar se remitió  al Banco Mundial de Fomento y Desarrollo como ente mundial de financiamiento. 

         En el documento se exponía la situación de las aguas de riego en los  valles del Chira y de Piura. El informe contenía  cifras estadísticas, sobre el volumen de aguas que no se aprovechaban e iban al mar. Se acepta la derivación de las aguas del  Río Chira al  Río Piura, pero previa construcción de un reservorio de 1,000 millones de metros cúbicos, se plantea la derivación de las aguas del Río  Huancabamba, la Construcción de una Represa Satélite en Vilcazán para aumentar los recursos de agua del sistema  de la Colonización  de San Lorenzo y se planteaba también el aprovechamiento de las aguas del Río Internacional Calvas mediante un acuerdo Bi-Nacional con el Ecuador.  Dice Don Reynaldo, que para  hacer el Informe contó con  el asesoramiento del Ing. Renato Rossi, Jefe de la IRAC (Instituto de Reforma Agraria y Colonización). El Banco Mundial de Fomento y Desarrollo dio cuenta del documento recibido  y posteriormente  comunicó que no concedería préstamos para la derivación de aguas del Río  Chira y  para Obras Complementarias que no consideren un  Desarrollo Integral tal cual  se explicaba en  el informe. La Liga Agrícola de Piura cuyo presidente era el multimillonario Manuel Romero Seminario, movió mucho dinero y muchas influencias, para lograr un  canal a tajo abierto sin represa. La Junta Cívica convocó a un multitudinario mitin de protesta y  el diario CORREO que inicialmente amparaba el pedido de los agricultores piuranos, viró en redondo y apoyó el plan de Desarrollo  Integral. El lema de Sullana era “Canal sí, pero con Reservorio”.

         En 1966 el Instituto Nacional de Planificación, contrató a la firma International Engineering Company  (IECO) y la firma peruana Olazabal León, para realizar un Estudio Hidrológico de las Cuencas de los Ríos Piura y Chira.  Posteriormente en febrero de 1967, la Oficina Regional de Desarrollo del Norte, le encomienda a la misma compañía Internacional de Ingeniería IECO los Estudios Integrales de Irrigación de los dos Valles. Finalmente en 1968 le encargan la  realización de los estudios  de factibilidad de la Represa de Poechos y del canal de derivación. A  tan solo 5 meses  y 22 días en el poder después  del día 3 de octubre de 1968 en el cual el Gral. EP, Juan Velasco Alvarado diera un Golpe de Estado que interrumpe el Gobierno Democrático del Arq. Fernando Belaúnde, el 25 de febrero 1969 el Presidente Velasco, natural de Piura, daba el Decreto Ley  No 17463 disponiendo la iniciación de las obras y 6 años después el día  4 de junio de 1975 se inauguró la Represa de Poechos.

          Este mismo año por toda su labor periodística desarrollada desde el diario “El Norte” luchando por los intereses  de Sullana desde su fundación, octubre de 1950, (Agua y Alcantarillado, Luz Eléctrica, Hospital, Colegio Nacional de Mujeres, Feria Internacional de Reyes,  como por la Provincia de Talara campaña en diario HECHOS); en la Ciudad de Lima  el 16 de septiembre de 1966,  obtiene a nombre de la Nación de la Universidad Nacional  Mayor de San Marcos, el  Diploma  de Periodista Profesional.

       

           El 1 de Marzo de 1967, Don Reynaldo Moya es nombrado Director Interino de la “GUE Carlos Augusto Salaverry”, por haber fallecido el Dr.  Calvo Pérez. Estuvo en el cargo 2 años y 6 meses, hasta agosto de 1969. Durante su gestión como  Director de la “GUE Carlos Augusto Salaverry” realizó estas principales acciones: se suprimió el internado para los alumnos y dichos ambientes sirvieron para instalar  el Laboratorio de Física y Química, la casa vivienda del Director se acondicionó para ser utilizadas como oficinas, se dictaron medidas para mejorar el rendimiento y disciplina del alumnado.  En agosto de 1969 retorna a la Dirección del Instituto Comercio 35.  El 8 de octubre de  1976  fue invitado por la Marina de Guerra del Perú  a la ciudad de Piura a decir el discurso de honor en la ceremonia pública de recordación de la gesta gloriosa del Combate de Angamos donde fallece el Gran Almirante Don Miguel Grau Seminario.  El 1 de octubre de 1981  Don Reynaldo Moya Espinoza renuncia al Magisterio después de haber  servido como educador  por   35 años y 4 meses.

       En 1967 siendo Alcalde el Ing. Jorge Houghton Aguirre, por intermedio de su esposa  Doña  Julia Alicia Estrada que era Regidora de Cultura, presentó un proyecto para que la Municipalidad de Sullana cuando  realice concursos de canto,  los premios  fueran denominados “Capullanas de Oro, Capullana de  Plata y Capullana de Bronce”. En 1969, siendo Alcalde Don Oscar Herrera Rambla y siempre Regidora Doña Julia Alicia Estrada; Don Reynaldo Moya presenta un proyecto para la organización del “Festival Internacional de la Canción de Sullana”, cuya 1ra edición fue en 1971 y  durante las once ediciones que estuvo vigente  el Festival se realizó en el Estadio  Municipal de la ciudad, “Campeones Nacionales del 36”, con la participación de artistas: músicos, compositores e intérpretes de Perú, y de los países hermanos de  Ecuador, Colombia, Chile, Venezuela, Argentina, y Uruguay ;recibiendo los ganadores como premio la “Capullana de Oro”

         El 3 de julio de 1967 se promulgó la Ley 16642 que creaba el Parque Industrial de la Provincia de Sullana. Su autor fue el diputado por Piura  Dr. Luis Carnero Checa que  en los años 1950 vivió en Sullana ejerciendo la Abogacía y colaboró en el diario “El Norte” a través de dos columnas: “Puñados de Alumbre” y “Rayas en la Arena”, época en la que entabla una cordial amistad con Don Reynaldo Moya, amistad que le permitió hacer llegar al diputado el anteproyecto de ley  para la creación del Parque Industrial de Sullana. En la ley se consideraba que toda la Provincia de Sullana, era Parque Industrial y se designaba a la Corporación de Desarrollo de Piura, para llevarlo adelante. Esta cláusula de la Ley a la postre fue fatal para Sullana por el centralismo piurano. Para CORPIURA, no se podía aplicar la ley, mientras no existiera ya construida un área física para un Parque Industrial. Ante esta situación,  Don Reynaldo Moya por intermedio de la Junta Cívica de Sullana y del diario “El Norte”, inició una intensa campaña para la inmediata puesta en marcha del Parque Industrial. Para calmar los ánimos de la población de Sullana se iniciaron por parte de  la Oficina Nacional de Planeamiento y Urbanismo (ONPU), los estudios del recinto del Parque Industrial, pero en 1969 se tuvo conocimiento que tanto  CORPIURA como la ONPU, solicitaban la modificación (Descuartizamiento) del Parque Industrial de Sullana y a cambio planteaban la construcción de varios Polígonos Industriales en el departamento, entre ellos uno en la ciudad de Piura. Fue oportunidad para  que por intermedio de  “El Norte” y de la Junta Cívica de Sullana, se diera una radical oposición. La intentona quedó paralizada, porque   el 3 de  octubre de 1968,  cuando el Gral. EP. Juan Velasco Alvarado  toma el poder  dio un Decreto Ley, suprimiendo las exoneraciones tributarias de los Parques Industriales.  Por lo que las esperanzas de Sullana se hundieron. Y no fue,  sino hasta que en 1977  el Gral. EP.  David Huamán Adrianzén, natural de Huancabamba, Jefe de la 1ra División de Caballería Militar con sede en Sullana, le solicitó a Don Reynaldo Moya que elaborase un proyecto de ley en beneficio de Sullana. El proyecto fue denominado   “Promoción de Provincias de Fronterizas”

         En 1968,  Don Reynaldo Moya conjuntamente con  los profesores Teodoro Uriol Gálvez y Virgilio D’Francesh, se conectaron con los promotores de la Universidad de Comercio, en gestión en la ciudad de Lima, para una filial en Sullana, cuyo primer año empezó a funcionar en el local de la Confederación Obrera Alfonso Ugarte. Tras cuatro meses de funcionamiento, la Universidad no logró autorización, ante lo cual  Don Reynaldo Moya y demás miembros promotores, para dar un estudio compensatorio para los estudiantes, logran que fueran aceptados en el reciente nivel académico que había obtenido el CEP “San Juan”, fundado en 1961 como escuela primaria,  en 1965 consigue la acreditación para  dar inicio a la enseñanza  secundaria y en 1969 mediante  Resolución Ministerial No 032 obtiene la acreditación para Escuela Superior de Administración, hoy “Instituto Superior San Juan”. Entonces, el alumnado y el mobiliario de la ex-Universidad de Comercio, pasaron al local de San Juan.

         En 1969 se formó  el Comité de Desarrollo Industrial de Sullana CODISU cuyo presidente fue el Ing. Luis Lema, Administrador de la Hacienda Santa Sofía en el valle del Chira. El Secretario fue  Don Reynaldo Moya. El Comité sesionaba en la Cámara de Comercio y duró un poco más de un año, haciendo diversas gestiones a favor de los industriales, y de los comerciantes de Sullana.

         El 9 de diciembre de 1970 a las 23:35 horas un terremoto sacudió los departamentos de Piura y Tumbes, el terremoto en la provincia de  Sullana  causó graves daños. Se formó una Junta de Rehabilitación de Sullana, cuyo Presidente fue el Dr. Adán Arenas Acosta y el Secretario el CPC  Don Reynaldo Moya. Dicha Junta debía en primer término establecer en forma aproximada y con carácter de urgente, la evaluación de los daños materiales causados  por el terremoto. En segundo término, gestionar ante la Banca Estatal, una ayuda prestataria con bajos intereses para los damnificados. La Junta fue creada el 15 de diciembre de 1970 por el Alcalde Oscar Herrera Rambla, que había reemplazado al Alcalde  Ing. Jorge Houghton que se había accidentado, ambos elegidos por voto popular. 20 días después, el 4 de enero de 1971,  Don  Reynaldo Moya entregó un informe estadístico de 45 páginas y otro informe general de 39 páginas, así como 10,307 fichas llenadas por los ocupantes de viviendas. Se hizo un censo que abarcó el 61% de todas las viviendas existentes en toda la provincia. Contribuyó en esta labor, la Cruz Roja, el Magisterio Femenino y  los alumnos de 4to y  5to  año del Instituto de Comercio No 35  de Varones. Sullana fue sectorizada y se elaboraron planos por cada sector: 14.000 fichas de empadronamiento, 2.000 fichas de resúmenes e  instrucciones escritas. Cuando el Gral. EP  Juan  Velasco Alvarado  en 1968 depuso al Presidente  Arq. Fernando Belaúnde, no tocó a los Municipios y dejó que los Alcaldes cumplieran su período, pero a partir del 1 de Enero de 1971 los Alcaldes fueron nombrados por el Gobierno. Para Sullana, fue nombrado el Ing. Julio Gonzáles Prada, que desconoció  a la Junta de Rehabilitación de Sullana, por corresponder al régimen anterior y no tomó en cuenta todo el trabajo realizado.

         En diciembre de 1972 se incendia el  viejo edificio de la  Municipalidad Provincial  de Sullana. Solo la Biblioteca se salvó. Toda la documentación de Secretaría y de Tesorería y especialmente los padrones de cobranza se quemaron. Las oficinas tuvieron que trasladarse al Mercado Modelo. El Instituto de Comercio No 35, prestó hasta marzo de 1973  escritorios y máquinas de escribir, era Alcalde el Ing. Julio Gonzales Prada. La Asamblea Municipal, en el mes de febrero requirió de los servicios del CPC  Don Reynaldo Moya Espinoza, para rehacer padrones y reorganizar las Oficinas Tributarias.  Don Reynaldo Moya ofreció que para la segunda quincena de abril ya se estarían cobrando los tributos municipales correspondientes. Para tal fin sectoriza Sullana, haciendo empadronamiento por sectores y  teniendo como referencia los archivos del trabajo realizado durante su permanencia en la Junta de Rehabilitación de Sullana, creada después del terremoto ocurrido exactamente  dos años atrás, 1970. En efecto, en abril, se empezó a cobrar los tributos de los inmuebles ubicados en los sectores A, B y C. Curiosamente los ingresos mensuales por recaudación de impuestos  a partir de entonces, superan a los de años anteriores.  Don Reynaldo Moya a pedido del Sr Alcalde  elaboró el Presupuesto para 1973, y desde entonces siguió prestando servicios en la Municipalidad como Jefe de la Oficina de Presupuesto y Asesor Tributario.

         En 1976, siendo Don Reynaldo Moya  Jefe de Presupuesto y Asesor Tributario en la Municipalidad, el alcalde Don Julio Baca Ríos,  lo convoca a su despacho  y le informa  que tenía conocimiento que se iba a hacer un puente sobre el Río Chira a la altura del caserío de Sojo en el Distrito de Miguel Checa y le encomendó preparar un informe para solicitar al Ministro de Transporte y Comunicaciones Gral. EP Artemio García Vargas,  que el puente se hiciera a la altura de la Ciudad de Sullana. Don Reynaldo Moya le manifestó al alcalde que había que fundamentar en forma técnica, por qué el puente no debía ser en Sojo y por qué razón debía ser en la Ciudad de Sullana. Para eso visitó el lugar donde se proyectaba levantar el puente, con la ayuda de un topógrafo hizo el  levantamiento topográfico del lugar, se consultó con varios profesionales de Sullana y todos coincidieron   que la zona más apropiada para el nuevo puente sobre el Río Chira,  era la prolongación de la carretera Piura- Sullana- Talara.  Don Reynaldo  Moya, con ayuda del Ing. Martín  García Figallo  elabora  un informe técnico y  adjunta información adicional, el cual  fue remitido al Sr. Ministro  Gral.  EP Artemio García Vargas. El Ministerio  envió a Sullana una  comisión técnica para que determinara si la nueva propuesta era viable. El escollo que surgió fue el  económico,  la propuesta presentada por la Municipalidad de Sullana era costosa en comparación a la inicial propuesta,  pero como el Señor Ministro era casado con la Dama Sullanera, señora Juana (Yenny) Gonzales Torres  se logró  vencer ese obstáculo y  se pudo dar inicio a las obras. Cuando  el Gral. EP Artemio García Vargas salió del Ministerio de Transporte, los trabajos tuvieron un ritmo lento. Por fin el 03 de noviembre de  1980 se inaugura la obra, cuando ya el General había muerto y en justo  homenaje y reconocimiento se puso su nombre al puente.

         En 1977, se vivía la 2da. Fase del Gobierno Revolucionario con el General Francisco Morales Bermúdez. Se crearon en el país Comités Regionales de Desarrollo, presididos por el Comandante General de cada Región y los integraban los Jefes y Directores de las diversas Dependencias Estatales. En Piura funcionaba el Organismo Regional de Desarrollo Piura-Tumbes (ORDENORTE) que presidía el Gral. EP Francisco Miranda. El Organismo Regional se componía de Subcomités Zonales de Desarrollo. Uno de ellos era el Sub Comité Zonal de Desarrollo Sullana-Ayabaca, cuyo presidente era el Gral. EP David Huamán Adrianzén. Los integraban las principales autoridades estatales y alcaldes provinciales de las dos provincias. El Gral. EP David Huamán Adrianzén incorporó a Don  Reynaldo Moya Espinoza, sin representación institucional alguna y solo a título personal al Sub-Comité  y le encargó la elaboración de un proyecto en beneficio de Sullana. Un mes más tarde, Don Reynaldo Moya presentaba un anteproyecto  denominado “Ley de Promoción Industrial de las  Provincias Fronterizas”. El proyecto contemplaba incentivos tributarios, asesoramiento técnico y facilidades de préstamos para las provincias fronterizas; Las 3 provincias  del departamento Tumbes, para el  departamento de Piura, eran las provincias Sullana, Ayabaca y Huancabamba y las   provincias del departamento de Tacna, no se consideraban las provincias de la Sierra y la Selva, porque ya gozaban de exoneraciones tributarias. El anteproyecto fue aprobado por el Sub-Comité Zonal y  enviado a la instancia superior que era  ORDENORTE y que por su intermedio siguiendo el trámite regular debería ser enviado al Ministerio de Industria en la ciudad de Lima. Pero el Gral. EP Francisco Miranda, Jefe Militar de la Región Piura-Tumbes, consideró que el proyecto era de tal trascendencia y  que antes debía ser debatido a Nivel Regional, para lo cual convocó a todas las autoridades de Piura y Tumbes a una reunión del Órgano Regional, a realizarse en el auditorio de la 1ra DC de Sullana. Se invitó  al Sub Comité Zonal de Desarrollo Sullana-Ayabaca para que hicieran ante todos la exposición del anteproyecto. El Gral. EP  David Huamán Adrianzén, Jefe del Sub Comité  Zonal,  encomendó tal misión a Don  Reynaldo Moya.

         El día de la Asamblea, había un poco más de un  centenar de funcionarios, 80  eran solo de Piura, ante todos ellos Don Reynaldo Moya hizo su exposición. De Inmediato se levantó el CPC Carlos Lezcano, Jefe de la Oficina Departamental de Contribuciones y  representante del Ministerio de Economía y Finanzas  expresando que el proyecto era demasiado ambicioso y que  no se había  incluido a Piura provincia. Don Reynaldo Moya replicó que la provincia de Piura no era fronteriza. Se produjo entonces un acalorado debate y como no se llegaba a una solución, el Gral. EP Francisco Miranda decidió la creación de una Comisión Multisectorial de Trabajo, compuesta de 3  funcionarios piuranos y 3 funcionarios sullaneros, bajo la presidencia del Ing. Juan Arroyo, que era Jefe Departamental de Industrias. Se debía elaborar un proyecto sustitutorio. De los 3 miembros representantes de Sullana, dos renunciaron por vivir en la ciudad  de Piura y ser piuranos de nacimiento, de tal manera que solo quedó  Don Reynaldo Moya como único representante por Sullana. Al final, se envió el Proyecto en su forma original a Lima, El Señor Ministro de Industrias días después contestó, que su despacho había optado por no presentar un proyecto para una Nueva Ley de Industrias, porque había el propósito en el Gobierno Revolucionario de convocar a elecciones generales democráticas para un nuevo Gobierno Constitucional, y que todos los estudios hechos hasta ese momento sobre  la Ley de Industrial, como el proyecto llegado de Piura, debidamente recomendados, los entregaría al nuevo Ministro después de la instalación del Gobierno Constitucional. En 1979 INDUPERU hizo los estudios de factibilidad del parque industrial. En 1980 (enero), dicha empresa estatal solicita al Ministerio de Vivienda un área para el Parque Industrial y en 1982, con D.S. 023-82 VC-5600 se le adjudicaron 67.30 ha. al NE de Sullana y se hizo la construcción Física del Parque Industrial en su primera etapa, pero hasta hoy   el parque no inicia su funcionamiento.

         El 28 de julio de 1980 se instala el 2do Gobierno del Arq. Fernando Belaúnde Terry, y 20 meses después, el  28 de mayo de 1982, se dio la Ley General de Industrias Nº 23407, en cuyo artículo 70°, consideraba como provincias fronterizas a las de los departamentos de Tumbes, Tacna, Loreto, Ucayali, Madre de Dios y a otras  12 provincias, entre ellas a Sullana, Ayabaca y Huancabamba del departamento de Piura. En el Art. 71° se establecía que solo pagarían la contribución del Seguro Social y los derechos de importación, las industrias que se establecieran en las zonas de frontera y selva y lo mismo en cuanto a las empresas  ya establecidas, quedaron por lo tanto exoneradas de todo impuesto, creado o por crearse, salvo los municipales. En Sullana, una gran cantidad de empresas se beneficiaron con las exoneraciones, pero pocas firmaron con el Gobierno, convenios de exoneración. Una que sí lo hizo fue la Embotelladora Rivera S.A (EMRISA). Cuando se creó el Impuesto de Promoción Municipal, las empresas de Frontera y Selva sí lo pagaron, pero esa recaudación se   centralizó  en Lima sin ningún beneficio para Sullana y demás provincias de frontera.

         El 18 de diciembre de 1981, cuando se cumplían cinco años del fallecimiento de su hija Ana Consuelo, Don Reynaldo Moya Espinoza en su calidad como historiador autodidacta inicia la publicación de la “Breve Historia de Piura” hasta marzo de 1987,  haciendo 1492 entregas diarias durante 5 años y 3 meses para el diario “CORREO” de la ciudad de Piura; siendo  entre 1983 y 1988  editorialista único de este diario. Ese trabajo comprendió solo 5 libros o tomos de un total de 13:

  • Tiempos Prehispánicos y los Tallanes.
  • La Conquista en Piura.
  • Piura Virreinal.
  • La Gesta Emancipadora en Piura.
  • La República en Piura ,1ra. Etapa.

         En ese  mismo año de 1981,  tres meses y 17 días atrás, un 1 de octubre, fecha en que se conmemoraba los 31 años de fundación del Diario “El Norte”,  Don Reynaldo Moya Espinoza se  había retirado del Magisterio  después 35 años y 4 meses como docente.

         El  domingo 12 de diciembre de 1982 hizo su aparición en los departamentos de Piura y Tumbes la 1ra lluvia del  “Fenómeno del Niño”, azotando durante 6 meses hasta  el día 10 de junio de 1983 con lluvias intensas de la región,  daña no solo la agricultura, sino también la infraestructura de carreteras y puentes de ambos departamentos. El día 8 de enero de 1983, el gobierno del Arq. Fernando Belaúnde declara en emergencia a los dos departamentos. El 31 de enero la Quebrada de Cieneguillo parte en dos a la ciudad de Sullana, arrasando gran cantidad de casas. A partir de entonces siempre hubo agua en la quebrada, pero el 6 de febrero vuelve a bajar con fuerza causando muertes y arrasando  más casas y  Parques como el Ramón  Castilla y  Benjamín Huamán de los Heros, como también el Mercado Modelo ubicado en pleno cauce. Durante el mes se sucedieron más venidas de la quebrada de Cieneguillo. El 9 de marzo, el Alcalde Dr. Jaime Burneo Arrese muy alarmado, convocó a los funcionarios y les planteó la necesidad de pensar en trasladar a gran parte de la ciudad a zonas más seguras. Se acordó la habilitación de dos zonas para reubicar a los damnificados, una sobre la carretera Paita y otra al costado derecho de la carretera a Piura. La primera se niveló y de inmediato se trasladaron las  familias, se le llamó “A H Villa Primavera”. La segunda se reservó para una nueva urbanización y en junio se contrató al ingeniero  Humberto Yaksetig para que hiciera trabajos de pre urbanización. Se niveló, lotizó y se  colocaron  las redes de agua y alcantarillado. Los trabajos se paralizaron y con el tiempo, indeseables se robaron los ductos y el proyecto se abandonó. Sobre el terreno años posteriores se levantó el Campo de la Feria Internacional de Reyes

         El 10 de marzo de 1983, el Alcalde  Jaime Burneo, emite la Resolución de Alcaldía No 246-83/CPS disponiendo la creación de una Oficina de Planificación y designando provisionalmente al siguiente personal para servirla, con retención de sus cargos: como Jefe,  Don Reynaldo Moya Jefe de Presupuesto y Asesor Tributario, Ingenieros Maximiliano Cáceres  y Carlos Panta, así como el Arq. Juan Reyes Chang, todos ellos de la Oficina de Obra, el Dr. Miguel Castillo Mesones, asesor legal, Olinda Merino de Baca,  Asistenta Social, los topógrafos Magno Sánchez y Héctor Arévalo Arroyo, los dibujantes Pablo Querevalú y Edmi Valdivieso, la secretaria Srta. Pilar Gallo Torres, los auxiliares de topografía José Burneo, José Gutiérrez y Armando Villalta.

         De inmediato, procedió  Don Reynaldo Moya a elaborar el Manual de Funciones de la Oficina de Planificación. El Alcalde le solicitó hiciera también los Manuales de Funciones de las Oficinas de Obras, de Industrias, de Asentamientos Humanos y Sindicaturas. Las reuniones de la Oficina de Planificación, se hicieron con el personal profesional y se invitó al Ing. Manuel Vera  como representante de CORPIURA ante la Municipalidad. Desde las primeras reuniones, Don Reynaldo Moya manifestaba en cuanto a la Quebrada, que no se podía ir contra la naturaleza y que más bien había que aprovecharla, canalizando y utilizar el canal como una vía de evitamiento, una vía similar al zanjón de la ciudad de Lima, cuando no discurriesen aguas. Los demás miembros de Planificación por unanimidad, aceptaron la idea, y se convino en la construcción de un “Canal-Vía” con el piso reforzado para tolerar el tráfico automotor. El 21 de junio, Moya remitió al Alcalde el Plan de rehabilitación de Sullana, en 35 páginas. Comprendía solo la parte urbana de la provincia.

         Para canalización de la Quebrada se habían considerado 6.000 millones de soles, pero después se elevó a 10.000 millones de soles. Se hicieron 20 Fichas de Proyectos. El “Canal-Vía” debía ser totalmente revestido y con capacidad no menor de 100,000 litros por segundo con un recorrido aproximado de 5 kms. Se dio la orden al Jefe de topógrafos Magno Sánchez para que hiciera el levantamiento topográfico de la quebrada. Posteriormente se tuvo la ayuda del Proyecto Chira-Piura en esa tarea. La oficina de Planeamiento elaboró un anteproyecto de Perfil para la canalización de la quebrada y  sacó a concurso la obra,   se presentaron 10 firmas nacionales, las que debían acompañar junto con su documentación empresarial un proyecto de pre factibilidad. El perfil contemplaba, rampas de ingreso o badenes para el ingreso de los vehículos al canal, la construcción de puentes vehiculares y peatonales como también la construcción de un sistema de lagunas-reservorios con compuertas de regulación, para cuando hubiera exceso de agua. La oficina de Planificación consideró que las mejores propuestas eran las de las firmas GIULFO y la de la firma BANCHERO, y  que debía ser la Asamblea Municipal la que decidiera. Hasta allí llegó el trabajo de la Oficina de Planificación, el Alcalde consideró conveniente que los 10 expedientes presentados fueran revisados por la firma Novoa y Cía. de Lima, en lo que estuvo de acuerdo la Asamblea. Novoa cobró gruesa suma y decidió que la mejor propuesta era la de GIULFO

         En noviembre de 1989, durante el 1er Gobierno del Partido Aprista , el diputado por Piura  José Acha Valdivieso, le dijo a  Don Reynaldo Moya, que como pronto se iban a discutir las leyes  de Presupuesto y que en caso de tener algún pedido  que favorezca a Sullana se lo hiciera llegar cuanto antes. Días más tarde  Don Reynaldo Moya envía al Sr. diputado por Piura José Acha Valdivieso el siguiente anteproyecto: “Las Empresas industriales de fronteras y selva, abonarán el impuesto de Promoción Municipal, a que están obligadas de acuerdo a los términos de los artículos 70° y 71° de la Ley 23407, Ley General de Industrias, en el Banco de la Nación de la capital de provincia respectiva, el cual abrirá una cuenta corriente en favor de la respectiva municipalidad provincial. Las municipalidades provinciales harán una distribución equitativa de los impuestos que se recauden, entre todas las municipalidades distritales y los caseríos de frontera”. Este pedido fue aprobado como artículo 39° de la Ley 25160, el 26 de diciembre de 1989.  En el Art. 39° aprobado no se cambió ni una sola palabra, punto o coma del documento presentado por Don Reynaldo Moya; esta Ley ha permitido al Concejo Provincial de Sullana y de los distritos, recibir significativas sumas mensuales.

         En 1991 Don Reynaldo Moya Espinoza se retira como funcionario público de la Municipalidad Provincial de Sullana después de 18 años y 6 meses de laborar como Jefe de Presupuesto y Asesor Tributario. A partir de este año y contando con  todo el tiempo suficiente para asuntos propios y familiares, Don Reynaldo se dedicó a la historia, no como  una profesión sino como una manera de recordar a su querida hija, fallecida mucho antes que él, Ana Consuelo Moya Estrada, a quien le gustaba también mucho la historia y en momentos familiares lo alentaba  para que escribiera y publicara sus investigaciones para que  solo se dedicase a una sola cosa y no trabaje mucho ; como  gesto de padre amoroso decidió acceder el deseo de su hija y dedicarse a la historia por el resto de su vida. Como legado de su trayectoria, además de todas las acciones cívicas que se han relatado en favor de Sullana, emprendimientos educativos, campañas  periodísticas como empresario y editorialista de los diarios :“El Norte” , “Correo” y  “Hechos“ y profesionales como CPC; Don Reynaldo Moya Espinoza nos ha dejado una vasta producción literaria; por todas sus acciones ha sido merecedor a muchos reconocimientos de Instituciones  de la Región,  de la Academia Nacional de Historia, de Gobiernos Municipales  y del Congreso de la República del Perú . La Biblioteca Municipal del  A. H. Sánchez Cerro lleva su nombre. A su fallecimiento, el 8 de octubre del 2012  el Alcalde Sr. Jorge Camino Calle como justo homenaje y reconocimiento por parte de la Municipalidad Provincial de Sullana, mediante Resolución de Alcaldía otorga el Nombre de Reynaldo Moya Espinoza al Centro de Convenciones Municipal  de la ciudad.

El  3 de abril del 2007, mientras Don Reynaldo Moya, en su computadora,  realizaba un trabajo de investigación sobre la historia del Virreinato en Piura, su esposa, Doña Alicia le entrega un sobre manila, que instantes antes recibía de un mensajero del correo postal.  Luis Adrianzén Director de la revista “Tallán” que se encontraba en casa dialogando con Don Reynaldo Moya fue  testigo privilegiado de aquel momento y nos narra en uno de sus ejemplares  los hechos:

“¿Qué será esto?” preguntó el historiador, dejando de “teclear” y recibiendo el impecable sobre.

-“Ábrelo pues y ya verás”… le replicó ansiosamente Doña Alicia con su eterna sonrisa,

Don Reynaldo procedió a rasgar cuidadosamente el sobre por el lado de la pegadura y de sus entrañas extrajo dos hojas tamaño “A-4”. Una era un Diploma a todo color, en fino papel tipo cartulina, con el membrete de la Academia Nacional de la Historia y la otra era la carta de reconocimiento firmada por Don José Agustín de la Puente Candamo Presidente de la Academia  Nacional de Historia. Don Reynaldo Moya,  leyó la carta y  la citada Academia lo reconocía como miembro de esa institución, honor que pocos estudiosos de historia ostentan. Doña Alicia muy emocionada abrazó a su esposo y le dio un beso en la frente, diciéndole espontáneamente

-“Te lo mereces por el trabajo que haces y qué bueno que te lo den en esta época para que lo disfrutes. Porque a otros recién los reconocen cuando ya no están en este mundo, te felicito”-. Doña Alicia muy entusiasmada  salió del estudio con la intención de comunicar a sus hijos tan importantes noticia.

“No esperaba esto”- me decía Don Reynaldo Moya muy entusiasmado y contento.

“Se han demorado demasiado”- repliqué –“Indudablemente Ud. se merece mucho más por  el trabajo que realiza”-

 

Don Reynaldo  Moya Espinoza en una entrevista a la revista “El Tallán” nos narra detalles cómo al cabo de 45 años  de intensa lucha pudo cristalizar uno de sus mayores anhelos como educador, “La Universidad de Sullana”

  “Desde 1965 había tratado de manera infructuosa lograrlo, en esa época con el Hno. David del CEP Santa Rosa de los HH Maristas conformamos un comité “Pro Universidad”  junto con el Sr Teodoro Uriol Gálvez, Sr Virgilio de Francesch,  ambos docentes  en la “GUE Carlos Augusto Salaverry” y otras personalidades de Sullana; hicimos contacto con la Universidad Nacional Técnica de Piura (UTP) cuyo delegado estudiantil ante el consejo universitario era el Sullanero Renán Estrada Távara, para que pongan una filial de la Universidad en Sullana, igualmente se contactó con el Sr Melquiades Castillo, hijo de Luciano Castillo Colona, Decano de la Facultad de Contadores, pero con tan solo dos votos  favorables el Consejo de Directivo de la Universidad votó en contra.  Una vez más Piura en contra de los intereses de Sullana”.

  “El comité “Pro Universidad” no desmayó y nos pusimos en contacto con el Rector de la Universidad Nacional de Trujillo, Sr  Virgilio Vanini de los Ríos, condiscípulo de estudios, quien amablemente le respondió a mi carta diciéndome, “Que ese año no se podía tratar el asunto, mejor sería para el próximo año”.  Se buscaron otras alternativas, En Lima se estaba gestando la creación de la Universidad de Comercio, se hicieron los contactos y estuvieron de acuerdo en fomentar la creación de  una filial en Sullana. Como siempre  la “Confederación Obrera Alfonso Ugarte”  prestó su local. Se abrió la matrícula y se inscribieron 70 alumnos de ambos sexos. Los profesores que se contrataron eran de Piura, los alumnos  estaban contentos con ellos,   empezaron sus clases, todo se desarrollaba muy tranquilo, pero ocurrió un hecho lamentable en la ciudad de Lima, denegaron el permiso para el funcionamiento de la Universidad de Comercio; denegado el permiso, la filial de Sullana tuvo que cerrar. Sintiéndome  un poco responsable por la frustración de esos alumnos, inicié una gestión con el Diputado Absalón Rázuri para ver la posibilidad de crear sobre la base del CEP Bilingüe” San Juan” un Instituto Tecnológico de Comercio. Las gestiones fueron muy favorables y en 1969 se logra la R.M. No 810-84-ED que crea el “Instituto Tecnológico Superior San Juan” para otorgar el grado académico de “Administración de Empresas”.   Siendo Director del Instituto el profesor Sr Teodoro Uriol Gálvez, miembro del comité Pro Universidad de Sullana,  se logró un acuerdo para que los alumnos sean admitidos y como compensación todos los bienes que tenía la filial: muebles, carpetas, pizarras, armarios y escritorios pasaran  al San Juan como pago. Bastantes alumnos, pero no todos pasaron al flamante Instituto tecnológico. Fue así como se empezó la lucha por una Universidad para Sullana”.

  “En 1985 siendo alcalde por el Partido Aprista Don Fernando Bel Houghton, Don Félix Miranda Severino presentó a la asamblea municipal un proyecto de una Universidad Municipal. Esta gestión se le encargó al diputado Aprista por Piura Sr José Carlos Carrasco Távara quien trabajó duro por 2 años, finalizando con la total negación del Presidente del Congreso  Sr Luis Alberto Sánchez y allí terminó este nuevo intento”.

  “1999 siendo alcalde el Sr Jorge Camino Calle se puso una vez más sobre el tapete, lo de una Universidad para Sullana ,  los miembros del Patronato recientemente formado  para ese propósito e inscrito en Registros Públicos, le pusieron “Universidad Nacional de Fronteras de Sullana”,  El Sr José Carlos Carrasco Távara retomó las gestiones  y siguió adelante con el proyecto, se creó un estatuto y cuando ya estaba pronto a culminarse, el alcalde Sr Jorge Camino Calle  pretendió disolver el patronato, manifestando que había recibido del Ministro de Educación , Sr. Felipe García Figallo, natural de Sullana, la promesa de crear inmediatamente la universidad siempre y cuando no existiera el patronato.  Se acordó básicamente un periodo de receso del patronato para dejar en libertad al Sr Alcalde con las gestiones que él decía tener; por cierto con el Ministro  Felipe García Figallo no se logró nada”.

  “En la  administración Municipal con el Sr. Isaías Vásquez, nos pusimos en contacto con la Universidad Nacional de Piura, en la cual el Sr. Edwin Vega Gallo, natural de Querecotillo, era Rector; con el propósito nuevamente de crear una filial en Sullana.  Esta gestión fue fructífera y la filial comenzó a funcionar en el local de la GUE Carlos Augusto Salaverry,  mientras tanto el Sr. diputado José Carlos Carrasco Távara en calidad de presidente de la comisión de presupuesto del congreso, en el 2do gobierno Aprista y como el Patronato  no había  sido disuelto, consiguió algunas partidas para la Universidad de Sullana. La Municipalidad donó un terreno de 20 ha,  para que allí se construya el Campus de la Universidad de Sullana, poco a poco con  partidas adicionales se comenzó a levantar la infraestructura, ocupada entonces por la filial de la Universidad Nacional de Piura con capacidad para 2,000 alumnos”.

  “El Sr diputado  José Carlos Carrasco Távara  desde el congreso fue creando las condiciones para que se creara la Universidad de Sullana, pero como era lógico, hubo oposición de la Universidad Nacional de Piura, del Gobierno Regional  y de la misma Municipalidad de Piura. Pero en esa lucha contra el centralismo piurano no prosperó, pues vencimos y se creó la ”Universidad Nacional de Fronteras de Sullana” el 5 de agosto del 2010 mediante Ley No 29568, sobre la base de la sede de la Universidad Nacional de Piura en la ciudad de Sullana”.

  “Todos los bienes pasaron a propiedad de la universidad reciéntenme creada”